Por L. H. J.
La tarde-noche del viernes 23 de diciembre fue mágica en el polideportivo de María de Villota. Un invitado de excepción, Papa Nöel, acompañado de su elfa de confianza, hizo un hueco en su ajetreada agenda para estar con los niños y niñas de Butarque y recoger sus cartas, un día antes de entregar los regalos típicos de las fiestas navideñas. La ilusión iluminó la cara de los los más pequeños y no tan pequeños de la cas,a que pudieron divertirse con diferentes juegos y cantar villancicos en una velada inolvidable en el recinto deportivo del barrio de Butarque.